Intercambiemos cuando usted termine de leer

¿Es usted como yo? Usted tiene por lo menos una o dos suscripciones a revistas o tiene una pila de libros acumulados en la esquina y no tiene el corazón para desecharlos. Bueno, no quise decir botarlos, por supuesto que quise decir reciclarlos. Especialmente cuando las revistas aparentan como nuevas después de haberlas leído y a los libros sin duda les queda más vida. Me duele tirar las revistas al reciclaje o guardar los libros cuando alguien más podría disfrutar de su lectura.

Un grupo de intercambio o trueque de revista o de libros podría ser la mejor manera de hacer uso de sus suscripciones o libros. Trueques son un concepto bastante común entre los latinos pero pocas veces lo hacemos con revistas y libros. Mediante el intercambio de sus revistas o libros con amigos, vecinos y compañeros de trabajo, usted podría leer mucho más, reducir la cantidad de residuos o basura que estamos produciendo y se puede ahorrar algo de dinero. Es como tener "suscripciones" a varias revistas y una buena manera de leer el último bestseller o releer ese libro clásico ¡sin pagar por ellos!

Al igual que otra cosa que yo les he sugerido, hay muchas maneras de empezar un grupo de intercambios. ¡Vaya! Usted podría tener ideas mejores que la mía, así que por favor compártala con nosotros. Un grupo de intercambio toma un mínimo de dos personas para comenzar. Usted compra una suscripción a una revista y su amigo hace lo mismo con una diferente a su gusto. Cuando cada uno terminar de leer la suya, ¡entonces intercambian! ¡Dos por el precio de uno!

Mis vecinos y yo tenemos un intercambio de revistas a una escala más grande, pero todavía de la forma más simple. Hemos colocado un recipiente hermético de plástico con tapa en el portal/marquesina de una de las casas. En su tiempo libre, los vecinos dejan revistas o toman revistas que quieren leer. No todos tiene suscripciones, pero todos los vecinos son bienvenidos a llevar revistas para leer. Una de las vecinas se encarga de que las revistas estén siendo leídas. Si no se mueven, entonces el grupo las dona. Otro vecino es responsable de llevar las revistas a las organizaciones caritativas. Organizaciones como casas de reinserción, refugios de violencia doméstica o refugios para indigentes están siempre buscando materiales de lectura para sus clientes.
Creo que intercambiar en el trabajo sería hasta aún más fácil. Los miembros del grupo de intercambio tendrían dos suscripciones a revistas o libros e intercambiar semanalmente o fijar un horario conveniente para el grupo. Sólo tiene que asegurarse de que todos han pedido suscripciones o comprado libros diferentes. Usted no va a querer leer lo mismo una y otra vez.

Otra opción sería pedirle a su favorito café, restaurante o lugar de reunión ha que le permita iniciar un intercambio de revista. Ponga una caja en la sala de espera y coloque un letrero que diga algo como "Deja una o llévate una". ¿Qué empresa no le gustaría tener otro motivo más para que sus usuarios vuelvan?
Si no conoces a tus vecinos o tu lugar de trabajo no es propicio para un intercambio entonces puedes ir al Internet. Sólo recuerda que esta opción te va a costar dinero a causa del correo. Hay muchos sitios de intercambiar revistas en el Web estos están intercambiando con personas de todo el mundo. También, usted podría iniciar un intercambio de revistas en su ciudad a través de www.craigslist.org o convertirse en un miembro de los sitios como www.flickr.com, www.bookcrossing.com o www.paperbackswap.com. Estoy segura de que hay muchos más por ahí.

Ser miembro de un grupo de Intercambio tal vez no sea para todos, pero el hecho sigue siendo de que cuando termines de leer esa revista o ese libro, de alguna manera te tendrás que deshacer de ellos. Así que por favor, no los tire a la basura. Si su ciudad no tiene servicio de reciclar, ¡dónelos! Su biblioteca local, hospital o centro de jubilados, estarían más que contentos de recibir sus materiales de lectura. Incluso, en el proceso, ¡todos no podríamos ahorrar un par de dólares de impuestos!